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viernes, 14 de febrero de 2014
viernes, 7 de febrero de 2014
Un poco sobre la vida de John Cerilla
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John
Cerilla
Edad: 31 años
Nacionalidad:
Colombiano
Estado: Casado y con
dos niñas
Ocupación: Trabajar
día tras día en los semáforos
Situación: REFUJIADO
En este informe contaremos un poco de la vida de JOHN CERILLA,
un Colombiano de 31 años que tuvo que escapar de su país natal por la cruel
violencia que hubo en Colombia junto a la guerrilla.
John cuenta que el junto a su familia llegaron a Ecuador
hace 22 meses, son refugiados por medio del Ecuador, en su país la guerrilla lo
saco por violencia tanto así que a su tía y tío los degollaron; los mataron por
Pacuna por extorciones. La mamá de John presencio la muerte de su hermana y su
cuñado y junto a John y la familia de
John tuvieron que correr de su país que los vio nacer llegando así a Ecuador,
se vinieron a este país justamente porque es el país más cercano de Colombia
además fue porque les permitió pasarse más rápido.
John cuenta que aquí en Ecuador han buscado trabajo pero por ser Colombianos no les dan,
a pesar de que John tiene sus papeles al día, cuenta que al no ofrecerle
trabajo es porque los ven como ladrones,
que trabajar con Colombianos es un problema.
John en Colombia trabajaba como técnico en lavadoras, aire
acondicionado y refrigeración, en Whirlpool
pero después de lo sucedido tuvo que venirse y cuenta que es muy difícil
aquí conseguir trabajo y para tener algo que comer le toca “malabarear”;
prácticamente les toca trabajar como malabarista para conseguir el sustento de
cada día. El quiere dejar en claro que solo por esa trabaja como Malabarista,
para tener que comer para no pasar hambre ni el ni su familia, porque dice que
la gente especula que ellos trabajan de esa manera para drogarse, el no niega que haya gente que lo hace por droga, pero él
sabe que ese no es su caso, el dice que a veces lleva a sus hijas a su trabajo
diario pero para que lo vean jugar para que lo acompañen, pero al mismo tiempo
no le gusta llevarlas porque siente que al verlo con las hijas ya es como estar
pidiendo limosna y esa no es la idea de el , la idea es que si le dan dinero
sea por reconocer que está haciendo algo
bueno, que reconozcan el arte, el lleva
7 años trabajando como malabarista también con monociclo como herramienta de
trabajo.
John nos comentó algo interesante después de la siguiente
pregunta que le hicimos ¿Algún día
tienes pensado regresar a tu país?
Nos comentó que E.E.U.U.
Los acogió por el caso de ellos, lo sucedido con las guerrillas en
Colombia salió en el periódico y les están brindando una ayuda y un apoyo y se
van en 3 meses, lo único que están haciendo es esperar hasta los 3 meses para
poder irse pero si el viviera fijo en Ecuador, todo sería diferente se hubiera
abierto un taller para tener su trabajo propio porque él tiene metas, sus metas
son darle gustos a sus hijas en un futuro.
A John le gusta Ecuador porque dice que no hay gente
envidiosa la gente los acogió bien y que aquí no les toca pelear por semáforo,
porque dice que en Colombia si tocaba pelear por un semáforo, el muchas veces
estuvo malabareando en un semáforo y
llegaban otros a pelearle a quitarle el puesto, dice que más en Colombia existe
esa clase de violencia que en ecuador y por eso hay muchos colombianos que
emigran a Ecuador , John al día se gana entre $15 a $20 dólares y fines de semanas
gana un poco más de $30 o cuando hay más suerte $45 con eso compran comida algo
de ropita y para aseo personal.
Dice que en Manta no se reúnen con otros
malabaristas pero que en Cuenca si en Cuenca habían hasta competencia de
malabaristas concursos torneos de monociclos aquí en manta no lo hacen porque
dice que manta es como una ciudad de paso, llegan a Manta trabajan un poco
conocen Manta y luego se van a otra ciudad, pero dice que sería bueno, chévere
que hubiera en manta también círculos de igual magnitud como en Cuenca.
John a pesar de todo esto él no trabaja solo, el siempre
anda acompañado de una joven que lo considera su hermano que lo conoció aquí en Ecuador andando en los
mismos rumbos del malabarismo.
No pudimos saber mucho sobre el por motivos más
circunstanciales, pero si algo breve nos enteramos por John. Luego de esto
así es la vida que pintan nuestros compañeros colombianos trabajando
arduamente bajo el sol para ganar un poco de dinero y llevarlo a su familia.
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Cuando escogimos el tema y ya lo íbamos a poner en practica
con unos malabaristas argentinos, que hubiera sido buenísimo poder hablado con
ellos y saber un poco de sus vidas en la esquina de Maní Centro frente al
Cementerio a pocos segundos llegaron 4
hombres con caras sospechosas que nos observaban de pie a cabeza, poniendo en duda el trabajo que
íbamos a realizar; uno de los 4 sospechosos cruzaba la calle hacia donde
estábamos con otros malabaristas y pedían dinero a los malabaristas, viendo que
esto se estaba poniendo un poco pesado y que ya llevábamos más de 45 minutos y
que los sospechosos no se iban mejor decidimos irnos y trabajar otro día con
más calma o en otro lugar y así fue que conocimos un poco de John Cerilla en la
avenida de la Cultura.
Fue un momento muy chévere aquella persona se comporta bien,
sin problemas antes dijo de una ¡YA! Listo hagámoslo, fue agradable que el
compartiera un pequeño pedacito de su vida con nosotros un par de desconocidos
para ellos nos enseñó que atrás de ese sufrimiento diario hay una persona de
buen corazón intentando ganarse de alguna manera la vida sin tener que hacerle
daño a nadie y a pesar de esto nos mostró un poco de su arte.
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